¿Sabías que ciertas conductas son parte de nuestros hábitos y que nos hacen vivir en un estado de intranquilidad, enfado y negatividad?
Si quieres que tu día a día sea más satisfactorio y estar bien contigo mismo, Elimina hábitos y sustitúyelos por otros.
1.TENER LA RAZÓN:
Hay personas que necesitan continuamente tener la razón, imponen sus creencias y se creen que tienen la razón absoluta. Siento decirte que la verdad absoluta no existe, cada uno vemos la realidad según nuestra propia lente por lo que habrá veces que aunque no queramos admitir cometeremos errores y nos equivocaremos sobre las cosas, no pasa nada, no podemos destacar en todo. En vez de enfadarte, abre tu mente y aprende, los errores sirven para aprender y seguir creciendo.
Nadie lo sabe todo ni la verdad absoluta, ¿ Te imaginas ser “Don/ña sabelotodo ” ? Sería aburrido, no tendrías como seguir evolucionando y tampoco trabajarías la curiosidad.
Habituate a entender que no tienes la razón absoluta y que ganas más escuchando diferentes puntos de vista. Elimina la creencia de que eres mejor por saberlo todo y recuerda lo que decía Sócrates. “Solo sé que no sé nada”.
2. TENERLO TODO BAJO CONTROL:
¿Sabes que no controlamos nada?
Supongo que ahora con la pandemia del Coronavirus habrás podido observar que de un día para otro tu vida puede dar un giro. Bajo el rol de tener el control de todo, vives como si los demás dependieran de ti cuando cada ser humano es responsable de sí mismo y de sus acciones. Existen diferentes formas de control, negativas y dañinas para la autoestima propia y ajena, como son la coacción, la manipulación, el chantaje emocional o la crítica negativa constante ¿Qué hay detrás de esa necesidad de tenerlo todo bajo control? ¿Qué creencias y valores tienes que hacen que sientas la necesidad de tenerlo todo controlado?
Llevar a cabo un trabajo personal para reforzar la autoestima y el autoconcepto, sintiéndonos capaces de hacer frente a las adversidades que se puedan presentar, puede ayudarnos a no tener esa necesidad de controlar constantemente todo y a todos y vivir de un modo más relajado y sosegado.
Habituate a improvisar y a dejarte llevar, el presente es aquí y el ahora.
3.DEJAR DE RESPONSABILIZARTE DE TUS PROBLEMAS
Esto ocurre porque la mente trata siempre de deshacerse de los problemas y, sobre todo, de las culpas. Es como una especie de protección hacia los ataques de otros, que a veces realmente son más producto de nuestros miedos e imaginación. (Seguro que conoces a alguien que es un crack culpando a los demás, sino es que lo eres tú)
Hace tiempo que dejaste de ser un niño, esa actitud está totalmente arraigado desde tu infancia y es algo que se puede trabajar viendo las creencias que hay detrás de echar la culpa a los demás.
Echar la culpa a los demás es muy fácil. Y muchas veces no es más que una forma de no reconocer nuestros propios errores, de no ejercer nuestra responsabilidad.
Habituate a dejar de echar la culpa a los demás, tendrás que pasar por un momento incomodo las primeras veces que lo hagas pero comenzar a aceptar que cuando nos equivocamos nos hace sentir que somos responsables de nuestras vidas y que sumimos esa responsabilidad mediante el aprendizaje.
4. CUIDADO CON TU DIALOGO INTERNO
¿Sabías que somos los mejores directores de cine? ¿Qué películas montas en tu mente que nunca ha ocurrido ni ocurrirán? ¿Cómo te hablas a ti mismo? ¿Qué te dices?
El modo en que te hablas a ti mismo te define. Si lo haces con desprecio, cuestionando tu potencial y creyéndote menos que los demás, te estarás convirtiendo en tu peor enemigo.
Nuestro diálogo interno resuena a menudo con frases, por ejemplo: “¿Cómo has sido capaz de decir semejante tontería”, “ eres torpe” o “Ni te atrevas a intentar eso otro, eres un inútil en esos temas y lo sabes”.
El diálogo interno cambia tu cerebro, lo que te dices a ti mismo te define asique por favor, habitúate a hablarte con cariño y con respeto, exactamente como le hablas a tu mejor amigo o a las persona más quieras. Al fin y al cabo, a la persona que más tienes que querer es a ti mismo para poder dar lo mejor de ti a los demás.
Quejarte y amargarte la vida es un hábito dañino que afecta tus relaciones personales, tu autoestima y tu bienestar.
Dejar de quejarnos y empezar a comunicarnos de otra manera nos aporta muchas ventajas. Estamos más activos por lo que nos dedicamos a hacer en vez de quejarnos parado y además fomenta la búsqueda de soluciones.
Habituate a dejar de quejarte y toma riendas del asunto o directamente si no está en tus manos deja de poner foco en ello.
6. SENTIMIENTO DE CULPA
¿Por qué nos sentimos culpables cuando estamos disfrutando de los placeres de la vida? ¿Qué hay detrás del sentimiento de culpa ?
La culpa es un sentimiento generado por nosotros mismos en base a las referencias internas que tenemos sobre lo que está bien y lo que está mal.
Desde pequeños nos han moldeado para ser ‘buenas personas’ y ‘ciudadanos de provecho’. Al parecer, hay una lista específica de cualidades, competencias, habilidades, comportamientos y actitudes que nos ayudan a cumplir con lo que se espera de nosotros. Cuando nos desviamos del camino establecido, la culpa entra en escena.
La culpa tiene un patrón similar al de la vergüenza, la culpa tiene a “alguien” detrás, a una vocecita que nos alerta de que lo que hemos hecho no está bien, de que (ya sea real el hecho o no) hemos hecho algo mal y podíamos haberlo hecho mejor.
Habituate a detectar este sentimiento de culpa y toma acción ya que no podemos cambiar lo que ya ha sucedido. Hazte esta pregunta: ¿De qué sirve que me sienta culpable? ¿De qué manera ayuda eso a la persona que hemos agraviado? Por mucho que nos castiguemos no cambiaremos nada.
Lo único que nos libera de la culpa es la aceptación de la responsabilidad. Liberarnos de la culpa pasa por aprender a aceptarnos tal y como somos.
Perdonarnos significa aceptar que no somos perfectos, que estamos en un camino de aprendizaje llamado ‘vida’ y que el único error que existe es no aprender de los errores
7. VALIDACIÓN DE LOS DEMÁS
Deberías tratar de no impresionar a nadie más que a ti mismo. Toma medidas que se ajusten a tus necesidades, y no a lo que otras personas podrían pensar como resultado.
Por qué se necesita la aprobación de los demás – 4 causas
-
Baja autoestima. Cuando una persona se infravalora a sí misma, concede más importancia a las opiniones de los demás que al punto de vista propio. Esta es una creencia que viene adquirida desde la infancia por lo que hay que trabajar qué hay detrás de esa baja autoestima y entender que cuando nosotros nos sentimos bien con nosotros mismos lo reflejamos en el exterior.
-
Haber vivido algún episodio de vacío social. Aquella persona que ha experimentado el dolor, en algún momento de su vida, de haber sentido la invisibilidad por parte de un entorno de referencia, por ejemplo, el grupo de amigos, puede haber quedado condicionada por un escenario en el que aprendió que sus opiniones no eran tenidas en cuenta. Eso hace que la persona esté continuamente buscando aprobación para llenar esa sensación de vacío.
-
Sobreprotección en la infancia. Cuando una persona ha vivido una educación centrada en la sobreprotección, ha desarrollado un vínculo de dependencia que limita su propia libertad de decisión. De este modo, la búsqueda de aprobación de los demás se convierte en una forma de reafirmación personal ante la incertidumbre o el miedo al error.
- Visión distorsionada de la realidad. Tal vez creas que tu felicidad depende, a modo de causa y efecto, de esta armonía constante. La realidad es que puedes ser muy feliz y tomar decisiones importantes, observando la validez de tus ideas sin contar con las felicitaciones externas.
Habituate a aceptarte y a disfrutar de tu persona, si tú te sientes bien contigo misma, es lo único que necesitas para estar bien con el resto.